REDACCIÓN 'EL OBSERVATORIO'
Estas instantátneas marcan un hito crucial en la exploración lunar. Y es que este acontecimiento representa el regreso de los Estados Unidos a la Luna, desde 1972, siendo el primer módulo de aterrizaje privado en transmitir datos científicos desde la superficie lunar en colaboración con la NASA.

Las imágenes revelan el momento en que Odiseo hace su contacto inicial con la superficie lunar el pasado 22 de febrero. A pesar de algunos desafíos, la misión IM1 ha sido considerada un éxito por parte de Intuitive Machines y la NASA.

El éxito y los desafíos del aterrizaje lunar: un logro tecnológico impresionante
La odisea de alcanzar y aterrizar en la Luna es un logro tecnológico impresionante que enfrenta numerosos desafíos. Desde la precisión en la navegación espacial hasta la selección cuidadosa del lugar de alunizaje, cada etapa del proceso requiere una planificación meticulosa y la superación de obstáculos significativos.
El viaje al espacio ya es una hazaña, con la complejidad de escapar de la atmósfera terrestre y recorrer los aproximadamente 384.400 kilómetros hasta nuestro satélite natural. La preparación de una misión lunar debe superar obstáculos como la variabilidad térmica extrema, la radiación mortal y los posibles daños por micrometeoritos, sin mencionar la meticulosa planificación necesaria para asegurar que la nave espacial llegue a su destino previsto.
Una vez en órbita lunar, el desafío inmediato es determinar con precisión la ubicación, velocidad y orientación de la nave, aspectos cruciales para un intento de aterrizaje exitoso. Los sistemas de navegación y control de la nave utilizan datos complejos recopilados por sensores a bordo y transmitidos a la Tierra, donde los operadores de la misión ajustan la trayectoria según sea necesario.
Elegir el lugar del alunizaje
La elección del sitio de aterrizaje depende de múltiples factores, incluyendo los objetivos científicos de la misión y las características geológicas lunares. La topografía lunar, con sus altiplanos, valles y "mares" rocosos, ofrece tanto oportunidades científicas como riesgos significativos para el aterrizaje. Abajo podemos ver el lugar exacto del alunizaje de Odiseo.
El momento del aterrizaje también es crucial debido a las largas duraciones del día y la noche lunar, que afectan directamente la disponibilidad de energía solar para las operaciones de la nave. Planificar el aterrizaje para asegurar suficiente luz solar sin arriesgar la misión a las extremas temperaturas nocturnas es un ejercicio de equilibrio delicado.